¡Nicaragua no resucitará, porque nunca ha estado muerta!

Nicaragua no está enferma. Definitivamente, no está muerta. Nicaragua está en gestación.

Se está gestando en el corazón de millones de nicaragüenses. La rebeldía de soñar y luchar por una patria libre late en el pecho de patriotas anónimos que aman la verdad, aunque duela; la justicia, aunque incomode; y la libertad, aunque les cueste todo. Late en quienes entienden que no hay verdadera libertad cuando se debe callar ante la injusticia para poder conservarla.

Hoy, siete años después del grito libertario de abril, reafirmamos que sin justicia no hay libertad, y sin libertad no hay humanidad.

La justicia no es revancha: es equilibrio.

Justicia es dar a cada quien lo que le corresponde. Es honrar el sufrimiento de las víctimas, escuchar la voz del exilio y atender el clamor de las madres que aún esperan respuestas. Pero también es confrontar a quienes lucran con la lucha: a los vividores, a los oportunistas, a los que han prostituido la causa en beneficio propio.

Porque en este cuerpo social que llamamos patria, existen dos extremos:

• Por un lado, el victimismo y la dependencia que esclavizan al pueblo en el miedo y el asistencialismo.

Por otro, la soberbia y el egoísmo de quienes se autoproclaman salvadores mientras se aferran al poder sin renovación ni rendición de cuentas.

El poder y el dinero: los ídolos modernos

La raíz de todos los males no es el capital, sino el amor al poder que este otorga. La acumulación desmedida ha sido normalizada hasta que, demasiado tarde, comprendemos que una tiranía ha nacido entre nosotros.

Así fue cuando el pueblo de Israel pidió un rey, y Dios advirtió: “Eso les traerá opresión, impuestos, guerras, abuso.” Pero el pueblo insistió. Y Dios, respetando su libertad, les concedió su deseo… junto con sus consecuencias.

Reflexión para Nicaragua: ¿Seguiremos pidiendo nuevos reyes? ¿O entenderemos, al fin, que la solución no está en un líder fuerte, sino en la construcción colectiva de un sistema justo?

Una nueva cultura política

• Una cultura política que premie el talento, la virtud y la entrega.

Una democracia meritocrática, participativa, territorialmente conectada y éticamente sólida.

Una ciudadanía que comprenda que no basta con votar: hay que participar, exigir, construir.

No pedimos más discursos. Exigimos:

En este séptimo aniversario de abril, oramos, soñamos y actuamos

Oramos, porque como Jesús, vemos a las multitudes dispersas como ovejas sin pastor.

Soñamos, porque sabemos que una nueva Nicaragua está por nacer.

Actuamos, porque no basta resistir: es hora de gestar una nación nueva, con líderes nuevos, sin pactos ni ataduras, con una visión redentora.

y que este día marque el inicio oficial de la refundación moral y política de la patria.Nicaragua no necesita resurrección. Nicaragua necesita parir libertad y justicia. Necesitamos conciencia, unidad, fe y acción.

¡Que así sea!










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